¡Ay, Carmela! y ¡Lo que el viento casi se llevó!
Ya lo dice Paulino : “Es muy triste para unos artistas dar
menos de lo que pueden dar y encima darlo mal”.
¿Qué habría hecho un actor consagradísimo, que interrumpe sus
funciones a la primera tos que escucha, si en una actuación al aire libre el
viento empieza a levantar telones, cicloramas y la falda de Carmela ?, ¿qué
tendríamos que haber hecho cuando, además y de repente, empieza a sonar la tuna
tan cerca y tan fuerte como si formara parte del espectáculo?, ¿unirnos a la
celebración de la boda o continuar con la actuación?
Esto último fue lo que hicimos, salvar como pudimos la
función por respeto al numeroso público que asistió al auditorio y que supo
entender las dificultades de la representación y que lo agradeció con su
caluroso y prolongado aplauso, hacer caso omiso de los ruidos y golpes que se
producían al caer los elementos de atrezo tras el escenario y contra los que
luchaban nuestros compañeros de regiduría y los técnicos, que tuvieron que
bajar corriendo de cabina, en un entreacto de pesadilla, a realizar la labor,
casi imposible, de fijar nuevamente los telones que volaban. Eso fue lo que hicimos, entregarnos , como
también dice Paulino: “Dando lo mejor de nosotros mismos, estemos como
estemos y tengamos lo que tengamos”.
(pincha en la imagen para ver el vídeo)
Y seguir, también por respeto y admiración a nuestros amigos
de FATEX y al maravilloso grupo de teatro “Arlequia Teatro” de Malpartida de
Plasencia que con su entrega y pese a la inclemencia de una de las noches, han
sabido organizar de manera sobresaliente el primer Festival “Naturalmente
Teatro”, llenando de Arte y Naturaleza, de entrega y de cariño este evento al
que deseamos continuidad y éxito.
Nuestro agradecimiento a FATEX y a nuestras amigas “
chinatas” no puede ser mayor y estamos contando los días para volvernos a ver,
la próxima vez con menos viento y con una comedia: Marido de ida y vuelta
de Jardiel Poncela.
¡Hasta pronto!